lunes, 20 de junio de 2011

me voiiiii

enrique iglesias no me digas que no

mundos digitales xD


Acerca del Digimundo

El Digimundo presenta características paralelas a las de la Tierra, como por ejemplo, la geografía, parte de sus leyes básicas naturales (gravedad, etc.) y una gran variedad de climas y paisajes. Sin embargo, dada su naturaleza digital, las leyes naturales pueden ser alteradas a voluntad y el Digimundo puede sufrir cambios drásticos en tan sólo segundos, así por ejemplo, una montaña gigante puede nacer de la nada, o un crucero puede navegar en medio de un desierto. Esta maleabilidad hace que el Digimundo sea frecuentemente blanco de ataques de digimon o humanos con malas intenciones.
En lugar de animales, la forma de vida dominante en el Digimundo son los Digimon, también conocidos como los monstruos digitales, sin embargo, existen otras formas de vida digitales inferiores, como los Digi-Kamurus, seres con forma de pez que habitan los lagos, ríos y mares del Digimundo; o los Digi-Gnomes, seres capaces de modificar y crear cosas a partir de la manipulación de datos; los Bugs (o Bichos), que viven en las cavernas; los Digi-Elfs, una raza actualmente descubierta; los Digi-Tanks (o Digi-Beetles en los Digimon World), poderosos vehículos de combate con voluntad propia; y los Digi-Humans (o Analog Humans en los Digimon World), seres creados a partir de datos que poseen forma humana, pero no son ni humanos ni digimon (ej: Gennai).
Generalmente, los seres humanos desconocen de la existencia del Digimundo, y los pocos humanos que lo conocen, son los que programaron algunos aspectos del Digimundo, o los que fueron invocados a este por algún digimon u otro ser digital. Sin embargo, en raras ocasiones, portales dimensionales o agujeros de gusano que conectan a la Tierra y al Digimundo se abren accidentalmente, abduciendo a personas que desconocen del Digimundo en el proceso, o dejando pasar Digimon al Mundo Real. Aunque en algunas de las temporadas de la animación, el curso del tiempo transcurre paralelo al del Mundo Real, esto no se aplica para todos los Digimundos conocidos, en los cuales el tiempo transcurre de forma mucho más rápida que en el Mundo Humano (en algunos casos, mientras que en el Mundo Digital pueden pasar años, en el Mundo Real solo transcurren unas horas).

MUNDIALIZACION

  Los pueblos de Porto Alegre y los pueblos de Davos-Nueva York luchan por la globalización. ¿Cuál globalización? Los poderosos, que por eso son poderosos, se apropiaron de la palabra globalización y le impusieron un significado que sirve a sus intereses. Es el proceso mundial de homogenización del modo de producción capitalista, de mundialización de los mercados y de las transacciones financieras, de entrelazamiento de las redes de comunicación y del control mundial de las imágenes y de las informaciones. La lógica que lo preside es la de la competición de todos contra todos. Aquí reside el drama formulado por el genetista francés Albert Jaquard: “El fin de una sociedad es el intercambio. Una sociedad cuyo motor es la competición es una sociedad que me propone el suicidio. Si me pongo a competir con otro no puedo intercambiar con él, debo eliminarlo, destruirlo.”

Eso es exactamente lo que está ocurriendo con la mundialización propuesta por el pueblo de Davos-Nueva York. O usted está en el mercado competitivo, vence y existe, o usted es derrotado, desiste y no existe. Entre las víctimas de esta lógica se encuentra casi la mitad de la humanidad, condenada a la exclusión despiadada y desprovista de cualquier sostenibilidad. ¿Puede ser humano un proyecto global que elimina a los humanos o los convierte en mero carbón –recordando al añorado Darcy Ribeiro- de la máquina productiva?

Frente a esta crueldad, adquiere dignidad ética la alternativa propuesta por el pueblo de Porto Alegre. Niega ese tipo de mundialización tiranosáurica. Propone otra globalización que pasa por la solidaridad a partir de abajo, por la mundialización de los derechos humanos, por la socialización de la democracia como valor universal, por el control social de los capitales especulativos; pasa, igualmente, por la aplicación en todas las economías de la tasa Tobin, por la creación de instancias de gobierno mundial, por la universalización del cuidado para con la Tierra y con los ecosistemas y por la valoración de la dimensión espiritual del ser humano y del universo. El pueblo de Porto Alegre se convierte así en guardián de la humanidad mínima. Afirma la posibilidad real de vivir juntos como humanos y nos muestra cómo debemos pasar de la conciencia de nación y de clase a la conciencia de especie y de planeta Tierra. Solamente este tipo de mundialización construye la Tierra como Casa Común de los humanos y de toda la comunidad de vida.

Esta propuesta de mundialización se adecua al pensamiento más contemporáneo que se orienta por el nuevo paradigma científico, pues ve la mundialización como una nueva etapa de la Tierra y de la Humanidad. Los pueblos estaban en diáspora por los continentes, enraizados en sus Estados-naciones. Ahora han comenzado a moverse y a encontrarse en un único lugar, la Tierra Casa Común. Y no tenemos otra.

Ya en 1933 escribía proféticamente Teilhard de Chardin: “La edad de las naciones ha pasado. Si no queremos morir, es hora de sacudir los viejos prejuicios y construir la Tierra.” Queremos construir la Tierra prolongando el dinamismo que la ha venido formando desde hace miles de millones de años. En efecto, somos fruto de un proceso evolutivo de 15.000 millones de años, proceso único, complejo, contradictorio (caótico y armónico) y complementario, que entrelaza a todos los seres en redes de relaciones, fuera de las cuales nada existe. La flecha irreversible del tiempo va mostrando una dirección: la emergencia de órdenes cada vez más complejos, auto-organizados, interiorizados y convergentes de vida y de creatividad. Tierra y Humanidad forman una única entidad, exactamente como los astronautas testimonian cuando ven la Tierra desde fuera de la Tierra. El ser humano es la Tierra que en un momento de su evolución comenzó a sentir, a pensar, a amar y a venerar. Por eso hombre viene de humus, tierra fecunda. Ahora estamos elaborando esta conciencia terrenal y planetaria.

Esta comprensión nos proporciona la base experimental y científica para entender la presente mundialización en curso. Es un momento avanzado de un proceso anterior y mayor de convergencia de energías, dinamismos e intencionalidades que están actuando desde el comienzo de la cosmogénesis y de la biogénesis. La mundialización crea las condiciones para un salto cualitativo de la antropogénesis: la irrupción de lo que Teilhard de Chardin llamaba noosfera: la creación de una nueva armonía entre los humanos, en la que técnica y poesía, producción y espiritualidad, corazón y pensamiento encuentran una nueva sintonía más alta y más sinfónica.

El mérito del pueblo de Davos-Nueva York fue haber creado las condiciones materiales para ese salto. Pero no saltó. El mérito del pueblo de Porto Alegre fue haber mostrado su posibilidad y haber iniciado los primeros movimientos de ese salto. Y el salto finalmente llegará porque es lo que debe ser. Y lo que debe ser tiene fuerza.


cibercultura

Cibercultura es la cultura que emerge, o está emergiendo, del uso del computador para la comunicación, el entretenimiento y el mercadeo electrónico. Cultura nacida de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación como internet. Cultura basada en las ventajas y desventajas de la libertad absoluta, el anonimato,y ciberciudadanos con derechos y obligaciones. Es un neologismo que combina las palabras cultura y ciber, en relación con la cibernética, así como lo relacionado con la realidad virtual. Son las Tecnologías de la información y la comunicación las que han generado una gran revolución en la manera de acceder, apropiarse y transmitir la información, generando nuevos desarrollos sociales, políticos y económicos, que es lo que el común de la gente interpreta como cibercultura. Según Derrick de Kerckhove, es desde el computador donde se ha configurado un lenguaje universal: el digital.1 La cibercultura se puede apreciar desde tres puntos de vista: a) Interactividad, que es la relación entre la persona y el entorno digital definido por el hardware que los conecta a los dos; b) Hipertextualidad: que es el acceso interactivo a cualquier cosa desde cualquier parte. Es una nueva condición de almacenamiento y entrega de contenidos; y c) Conectividad: que es lo potenciado por la tecnología, por ejemplo internet .

inteligencia colectiva

La inteligencia colectiva es una forma de inteligencia que surge de la colaboración y concurso de muchos individuos. Aparece en una amplia variedad de formas de toma de decisiones consensuada en bacterias, animales, seres humanos y computadoras. El estudio de la inteligencia colectiva puede ser considerado propiamente como un subcampo de la Sociología, de las ciencias de la computación y del comportamiento de masas, un campo que estudia el comportamiento colectivo desde el nivel de quarks hasta el nivel de las bacterias, plantas, animales y sociedades humanas. Tal definición surge de los trabajos de Peter Russell (1983), Tom Atlee (1993), Pierre Lévy (1997), Howard Bloom (1995), Francis Heylighen (1995), Douglas Engelbart, Cliff Joslyn, Ron Dembo, Gottfried Mayer-Kress (2003) y otros teóricos. La inteligencia colectiva es mencionada como inteligencia simbiótica por Norman Lloyd Johnson. Mientras que Tom Atlee prefiere enfocarse en la inteligencia colectiva fundamentalmente en humanos y trabaja activamente sobre lo que Howard Bloom llamó "el CI grupal". Atlee percibe que la inteligencia colectiva puede ser fomentada "para superar el 'pensamiento de grupo' y los sesgos cognitivos individuales para permitir a un colectivo cooperar en un proceso mientras alcanza un rendimiento intelectual mejorado".
George Pór definió el fenómeno de la inteligencia colectiva como "la capacidad de las comunidades humanas de evolucionar hacia un orden de una complejidad y armonía mayor, tanto por medio de mecanismos de innovación como de diferenciación e integración, competencia y colaboración."1 Tom Atlee y George Pór sostienen que "la inteligencia colectiva también involucra alcanzar un foco de atención único y un estándar de métrica que provee un umbral apropiado de acción". Su aproximación surge en la metáfora de la comunidad científica.